Las empresas pueden ser penalmente responsables de los delitos que terceras personas cometan en su nombre, por su cuenta,  en su beneficio o a través de los medios que ellas proporcionan. Para evitar esta situación, es necesario que las mismas demuestren haber observado el debido control en su organización. Para este efecto, nos hemos especializado en el análisis y detección de riesgos penales, así como en el diseño e implementación de programas de cumplimiento penal, a fin de excluir la responsabilidad penal de la empresa.

Asimismo, asesoramos a nuestros clientes para dar cumplimiento a lo dispuesto por la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (su reglamento y reglas de carácter general), así como a las obligaciones derivadas del Sistema Nacional Anticorrupción y la Ley Nacional de Extinción de Dominio.